miércoles, 20 de febrero de 2008

El Cielo Es Profundo

Ya nadie mira al cielo, ese que a veces confundimos con una "Boveda". ¿El cielo es una bóveda?. De ninguna manera. Tampoco hay "farolitos" colgados, ni lucecitas que se "caen". El cielo no es en definitiva plano, es profundo, tanto que probablemente nuca sepamos cuando llega el fondo, si es que éste llegara a existir. En definitiva, nadie mira las estrellas porque nadie sabe mirarlas. ¿Qué es la "Vía Láctea"?. "Una mancha en el cielo", cantan a coro los ignorantes. Una simple manchita, eso. Pero, ¿saben de lo que estamos hablando?. Nadie mira al cielo, porque no saben de lo que estamos hablando. El cielo es nuestra ventana a la grandeza del cosmos, al más allá, y hacia el infinito. Pero, es increible lo que hace la gravedad en la gente. Ojalá supieran lo que hace la gravedad allá afuerita, ahí nomás. Quien mire al cielo, obtendrá respuestas, se los aseguro, pero sólo quien sepa cómo mirarlo.
Particularmente sostengo cada vez más la tésis de que para incurrir en la tarea hay que poseer cierta sensibilidad artística. Pero, en primer lugar, hay que ser receptivo, y, por sobre todas las cosas demostrar tener cierto grado de sensibilidad para con las diversas formas en las que la naturaleza se nos presenta. Pero, ¿por qué me refiero a "sensibilidad artística"?. El cielo "parece" a simple vista plano, pero justamente es todo lo contrario. Debemos formarnos una representación mental de cómo se vería al cosmos en sus tres dimensiones. Por ejemplo, "La Vía Láctea", nuestra galaxia, se nos presenta a simple vista como una franja delgada y extensa. Pero lo cierto es que es una espiral, y nuestro sistema solar se encuentra en uno de los brazos exteriores de la galaxia: lo que vemos es de perfil la espiral. ¿Y el núcleo?. El núcleo lo encontramos observando hacia la zona de la constelación de sagitario (fijarse en una mapa estelar y ubicarla en el cielo), la "porción" de cielo más rica y poblada de estrellas. Si tenemos la posibilidad de ubicar ese núcleo, ese conglomerado estelar, y luego desplazamos nuestra vista hacia ambos lados del mismo, tratando de ubicar y seguir los brazos que se disparan de ese núcleo, obtendremos así una galaxia espiral perfecta pero vista de perfil. Ahora sí entonces ya estamos preparados para lo más excitante: sobrevolar nuestra galaxia. Ya somos viajeros espaciales, y podemos viajar a distancias muy lejanas, antes imposibles de recorrer. Y entonces, lo que divisado desde nuestro planeta mostraba sólo un perfil, ahora se nos aparece en todo su esplendor. Allí está la galaxia espiral, la vía láctea, nuestro hogar interestelar, perdido en el vasto y profundo océano del cosmos.

1 comentario:

u.e.n. dijo...

una vez, me mostraste la osa mayor. me acuerdo. la figura de un perro. se te veia en el alma un telescopio.